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"La Violencia Sagrada,
la sagrada fuerza que se impone
con contundencia
para terminar lo que no se puede prolongar más
sin que dañe a lo que ha de vivir."


O recuperáis la Sagrada Violencia
de la autodefensa,
de la protección de la vida,
de la férrea vigilancia de los límites
de vuestra "casa",
o la sombría violencia,
en su acercarse implacable
os barrerá.

Entonces lloraréis, ingenuamente,
porque creísteis que ser pacíficos
significaba ser siempre sumisos,
y que si no hacíais nada,
ni respondíais al agresor,
al tirano,
al irrespetuoso,
éste...se iría.

¡Gran autoengaño!
Veréis, si miráis bien,
que no suele ser así.

Hay un espacio para la no violencia,
y otro para la Violencia Sagrada.
Si, por no hacerse violencia,
la mujer preñada cierra las piernas,
mata a lo que ha de nacer.
Esa es la PEOR violencia.

Si por no molestar al que le daña,
el herido se deja golpear por segunda vez,
tal vez no lo cuente.
Eso es tremenda violencia,
pues permitís un asesinato,
y que sea el vuestro no lo hace mejor.
¿Entendéis?.

La violencia INNECESARIA es dañina,
es injusta,
y genera más violencia.

Pero hay que saber ver
que a veces
es necesaria.

Cuando la violencia que la sombra acumula
se desparrame en vuestro mundo,
¿qué haréis?.

Lleváis demasiado tiempo dormidos,
creyendo que lo único válido
siempre,
es no responder, dejar pasar,
mirar hacia otra parte.

La DEFENSA HA DE VOLVER.
Os hablo a vosotr@s, guerrer@s.

Este es Miguel."

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